sábado, 9 de marzo de 2013

DIALOGANDO CON MI OTRO YO

-Perdona, pero últimamente te noto nerviosa, a tal punto que ni siquiera hablas conmigo, y por supuesto ni me consultas ¿Qué tienes en mente, compinche?

-Hola amigo mío, te ofrezco sinceras disculpas por tanto silencio de mi parte y tienes razón, me encuentro ensimismada en este mi mundo lleno de tantos altibajos, a veces, sin saber que hacer, a quien acudir. He pensado en ti muchas veces, escribirte, pero luego mi mente se retrotrae y me dice que no te cope con mi día a día, que tal vez tú, puedas leer mis pensamientos, llegar un día hasta mí, abrazarme y decirme: -Estoy aquí, cuenta conmigo- Y llorar entre tus brazos como cuando era una niña, en donde sentía tu consuelo con tan sólo una mirada y colocabas algún remedio para mi rodilla lastimada.

-Te escucho y no salgo de mi asombro ¿Tu confundida por lo que te rodea? tu que siempre supiste salir airosa de toda valla que encontraste en el camino...
Sabes donde y como encontrarme, sólo debes quererlo, aquí estoy, cierra tus ojillos y cuéntame lo que te aqueja, al fin y al cabo somos casi iguales ¿No?

-Sí amigo mío, tienes toda la razón, como muchas otras veces he subido a la superficie, luego de arañar, dejar mis uñas compactadas con el cruento cemento que mas de una vez me ha separado de la realidad.
¿Y tu? ¿Dónde estabas? ¿Es que acaso no me presentías en el fuerte llanto que mis ojos derramaban?


-Siempre estoy a tu lado, mucho más cerca que tu sombra. Preguntas sobre tus lágrimas, las vi, las sentí, tu improvisto salto a la realidad, empañó de felicidad todo nuestro ser ¿No percibiste ese temblor que sucumbió nuestras entrañas?, por supuesto que si, era yo ¿Por qué dudaste? 

-Nunca he dudado de tu presencia infinita en mi ser, más sin embargo, cuanta falta me hace el calor de tus brazos rodeando mi cintura, susurrando a mi oído que no estoy sola.

-No cambias tu postura de mujer fatal; si, con seguridad tomarás esto como una estocada de mi parte, pero...me conoces, no admiro esa faceta tan peculiar tuya, que la utilizas cuando no encuentras escapatoria y debes decir tu verdad.
No te enfades, todo queda entre nosotros...

-¿Postura de mujer fatal dices? ¡Oh no! No sabía que tus ojos tan azules como el mar rozagante pudieran mirarme de esa forma tan lejos de mi verdad. Y no, no me enfado amigo mio, solo que me quedo pensando ¿En cuantas mas personas pensaran así de mí?

-Presumí tu lógica reacción. ¡Tanto te conozco!, no es posible separarnos, es un hecho. Hablas sobre tu verdad ¿A cuál te refieres? Eres como eres, te acepto sin titubeos, por lo tanto no aconsejo que cambies. Y con respecto a tu pregunta ¿Tanta importancia tiene el que dirán?

-Siempre presumes de todo jajajaja yo también te conozco tanto, casi diría yo que somos siameses desde la distancia que nos separa, pero que al mismo tiempo nos ha mantenido unidos desde siempre. ¿Mi verdad? ¿No entiendo? ¿Sabes? Muchas veces me desconciertas. Puedes estar tranquilo no cambiaré, no tendría sentido pretender ser quien realmente no soy. A estas alturas de mi vida, vieja y cansada, ya el que dirán no significa nada, en cambio lo que yo pueda decir, sí. Sé tantas verdades, qué abrir tantos cofres ocultos, muchos de ellos con la llave perdida, sin saber donde pueda encontrarse, ya no tiene sentido soltarlas al viento para que muchos otros se enteren. He decidido permanecer arriba, en una montaña imaginaria, en donde solo pueda sentir el palpitar de mis mañanas...

-Soy tu espejo interior, íntimo mejor dicho, no trates de esconderte, yo todo lo veo, y es más, percibo tus sentimientos, palpo tus dudas y permito esconder tus secretos.
Dices encontrarte allí, en la cima, mirando el sol del día de mañana, apacible sensación que me encanta compartirla. Somos el uno para el otro, y no importa si perdimos la llave del cofre de los recuerdos, lo vivimos y ello es lo que cuenta ¿Verdad?

-Somos un reflejo del eco de las montañas en donde el viento no puede ocultarme, me lleva hasta ti recién bañada de arco iris, con el aroma de las flores que puedes percibir aunque yo no este. Entre tu y yo, todo prevalece, es importante, nos mantiene vivos...

-Camina en libertad, yo, a semejanza de una sombra, acompaño tu continuidad, confía en mi.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Ella: María Alejandra Jiménez (Venezuela)
El otro yo: Beto Brom (Israel)

viernes, 1 de febrero de 2013

CARLOS FRANCISCO CHANGMARÍN IN MEMORIAM (1922-2012)

ESTOS OJOS SURGIR VIERON LA BESTIA

ESTOS ojos surgir vieron la bestia
en la vaquera noche sin orillas.
Vi la estaca nacer, los alambrados
recorrer las antiguas serranías,
y al paso no dejar un palmo abierto
donde clavar su rancho el fugitivo.

Yo vi sajar la Patria en dos pedazos,
repartirla y clavar otra bandera
extraña como garra de leopardo.

Por mis ojos los pies van colocando
sobre el reseco polvo del camino
el gran rompecabezas de la vida.

Parto siempre a la meta, aunque anochece
voy mucho más allá de los crepúsculos.
Adelante una estrella, atrás la noche,
sobre mi frente el oro del ocaso,
y aleteando conmigo una esperanza,
porque los ojos son para la marcha
y no para los llantos afligidos.

Del libro POEMAS CORPORALES, Carlos Chanmarín,

2do lugar. Premio Nacional RICARDO MIRÓ, 1955

(Hoy día el mejor premio de literatura del área.

dotado con un premio único de 15,000 dólares a cada género)

CHANGMARÍN, GANÓ VARIAS VECES EL RICARDO MIRÓ 

Y OBTUVO PREMIOS LITERARIOS TANTO NACIONAL COMO INTERNACIONALMENTE

DEJÓ TRAS DE SÍ UNA BUENA CANTIDAD DE LIBROS PUBLICADOS 

Y UN PENSAMIENTO NACIONALISTA QUE FLORECIÓ 

CUANDO EL CANAL DE PANAMÁ ERA ADMINISTRADO POR LOS NORTEAMERICANOS






Cuando dijiste adios
Se levantó el ardor de tu verbo
y paseó las calles provocando mis recuerdos
hizo brillar los deseos de la patria justa

Febrero me trae estos colores
de fuego
Tu color no puede ser otro
un gran rojo, como grandes son tus letras
en esta parte angosta de la América


Tal vez el primer césped
anuncie un verano insípido
pero tu existencia no será
testigo de escombros
sino de luchas imperecederas

En cada esquina
dejaste un marcado sentimiento.
Ni un solo dólar circulará
asesinado las conciencias
No fue fácil para nuestros hijos
ni para nuestro país,
entonces eramos algo más que niños
y algo menos que hombres.
Aquí se lloró sangre joven
y la gran cerca se extendía
por esa avenida de agua
partiendo en dos el terruño

Tu voz se alzaba
como un pensamiento justo
en la mesa de las deliberaciones
y nos cambió el cuento triste
de la patria quebrada...
Ni la mirada fue reverente
ante “la bestia”

Hoy el pueblo con cariño te recuerda.

Autor: JUSTO ALDÚ